Con lo anterior podemos evidenciar que el phishing es un gran negocio, ya que, durante los últimos años, los ataques han registrado unos niveles de crecimiento récord, siendo los usuarios finales el blanco más importante y vulnerable en la mayoría de empresas, puesto que, en los ataques del mundo real, los usuarios se ven constantemente bombardeados con timos de ingeniería social y suplantación de identidad selectiva. Así que un sólido programa de concientización sobre la seguridad es un componente fundamental en cualquier estrategia de defensa exhaustiva; es decir, un ejército de empleados formados y concientizados sobre el phishing puede dotarte de un firewall humano contra estas amenazas.